miércoles, 20 de febrero de 2013

GRANDEZAS Y MISERIAS


Quienes hemos tenido la inmensa fortuna de leer "Los Miserables" de Víctor Hugo y apreciamos la vigencia y universalidad de esta obra, tan llena de simbología y talento,(que plantea a través de su argumento un razonamiento sobre el bien y el mal, sobre la ley, la política, la ética, la justicia y la religión. El autor confesó que se había inspirado en Vidocq, criminal francés que se redimió y acabó inaugurando la Policía Nacional francesa, para crear a los dos protagonistas y que la historia de su país le había inspirado para situar el contexto histórico)
Nos preguntábamos antes de ver el trabajo de Tom Hooper, si se podía estar a la altura de tamaña circunstancia. Influencia literaria aparte, nos parece que la película derrapa en su propia tragedia convirtiendo el músical en una especie de opera rapera. Los registros vocales de los actores son muy variados, el de Crowe, es mejor que el de Jackman, el de la Hathaway al de los dos y el de la Borman y Cohen supera con amplitud el de todos, en este esfuerzo de vestuario, fotografía, y en su tanteo poético cuando se presentan las tomas de las barricadas. 
A mí, que soy un furioso dilectante de los musicales me sonó pésimo el escuchar ese Master in the house para presentar el dueto de hostaleros tramposos, el matrimonio Thenardier.
El papel de Frantine le ha segurado el oscar secundario a Ann Hathaway. Es una fija, imperdible, que ya se llevo el globo de oro y el premio SAG. Además del reconocimiento de la crítica.
Voy a abstenerme de decir si me gusto o no, en aras de que al ver esta película se interesen en leer una novela que aun late en nuestros corazones, y porque además después de verla no pude evitar desear ver Horizontes de Grandeza, cinta que he recomendado toda mi vida.
En este filme, Gregory Peck es James Mccay, un citadino del este que llega al viejo Oeste a casarse con la hija del ranchero mas poderoso del estado. Gregory Peck es un caballero distinguido, mundano e inteligente (el rostrolo ayuda porque este hombre siempre tuvo cara de inteligente) y no se va a poner a competir con los resentidos y desconfiados pueblerinos que lo ven como bicho raro, del cual hay que mofarse, hacerle una especie de bullying del viejo oeste.
Ni los empelota, un hombre como el no tiene que demostrarle nada a nadie, solo a si mismo. 
Es así, como en solitario asumirá los retos y domará al Viejo Trueno, jamelgo famoso por su turbulencia,  y que sirve de broma a los recién llegados, también le aplicara su tanderil forte a Charston Heston (el capataz Leach, mas pesado que submarino a remos, bien encarnado por un actor de gran nivel, que ha sabido ser Moises, desatando plagas en Egipto, Ben Hur en las Galeras, Miguel Angel en La agonía y el éxtasis y hasta EL Cid Campeador y al final se quedara con la mejor hembrita que no es la chinchosa hija del ranchero, sino la bella Jean Simmons, la maestrita de cabello negro y ojitos claros, linda y dueña del territorio de la discordia ya que en sus aguas cercanas se esta permitido que beba el ganado de cualquiera. Gregory dará una catedra, a todos con su actitud de tranquilidad y equilibrio.
Incluso a un notable Chuck Connors , ranchero malcriado e insoportable, cuyo propio padre, un monumental Burt Ives (gano el Oscar por este papel) pondrá en vereda, liquidándolo cuando trata de matar a MacCay a traición.
Luego se batirá en un duelo a muerte con el Mayor Terril en el paso del Cerro Blanco dando por finalizada con sus muertes una rencilla de antología.
Tremenda cinta que nos devuelve la fe en el 7mo arte. 
Gran trabajo en la dirección de Willliam Whyler, gran banda sonora (de esas que enaltecen los sentimientos en la película) y un cuadro de actores que ahora Hollywood no nos puede ni podrá dar nunca mas.

Vean Los miserables, saquen sus conclusiones pero si no han visto, vean Horizontes de Grandeza, con Gregory Peck, de este cine ya no se hace, ni se volverá a hacer.Y porque para llegar a la grandeza tan solo se necesita estar en paz con uno mismo.  

sábado, 2 de febrero de 2013

EL LADO LUMINOSO DE LA VIDA





Excélsior; claves para descifrar a una sociedad enferma

“Excélsior es tomar toda esa energía negativa, prenderle fuego y convertirla en algo positivo”

Cuando escucho a tanto bobo parado en su criterio medio de sudaca, hablando gratis (decir cosas no cuesta nada, por desgracia) sobre inclusión, tiendo a sonreír de costado –con un gesto que me ha granjeado algunas antipatías-
Como se puede hablar de inclusión cuando esta sociedad hipócrita y enferma, contaminada por el virus de la separatividad no duda en discriminar a las personas por innumerables causas; sexo, religión, raza, posición académica, o estado mental.
No quisiera ser incluido en una sociedad quebrada moral y económicamente por su ideología subalterna, o por las cosas que no dice y que debería decir.
Silver linings playbook  algo así como libro de prueba forrado en plata (cuyo título en el mercado es El lado luminoso de la vida) nos muestra –usando con talento, incluso,  esa aterradora jerga del New Age, de las energías y las vibras y las auras con la que los burros y las burras del sistema pretenden explicar sus carencias intentando parecer más sabios- la reinserción desde el lado más difícil, el del paciente diagnosticado psiquiátrico.
Pat Solitano (Bradley Cooper) sale de una institución mental en donde ha permanecido varios meses por haber agredido al amante de su esposa cuando los descubre en un propia casa.
La preocupación normal de los padres y amigos, las señales que recibe mientras (como toda personalidad adictiva) planea regresar con su esposa y rehacer su matrimonio, con cierta obsesión, lo colocan en el borde las explosiones de su estado de trastorno bipolar.
El mundo cambiará cuando conoce a Tiffany  Maxwell (Jennifer Lawrence) joven viuda también en tratamiento, intensa, artística, apasionada, sensual, muy bella. Personaje cautivante el que logra retratar esta talentosísima actriz a la que vislumbro con una gran carrera por delante.
Uno se enamora de ficciones así, parece tan real y tan tangible que el solo recordar al personaje me produce estremecimientos.  Asegurado el Oscar.  
Usando el deseo de Pat de retomar la relación con su esposa, ella lo embarcará en un proyecto personal para un concurso de baile (escena de magia, realmente, la de aparecer como bailarines principiantes) y en conjunción con el padre de Pat, Pat Solitano padre, (Robert De Niro, convincente siempre) quien es aficionado al futbol americano, fan de las Águilas de Philadelfia, cesado, y supersticioso apostador, que esta jugándose la ultima vuelta del dinero.
El elenco de actores secundarios que acompaña es de primera, todos están muy bien encuadrados en sus roles:
·         Jacki Weaver como Dolores Solitano
·         Chris Tucker como Danny, un amigo de Pat de la institución de salud mental de Baltimore.
·         Julia Stiles como Verónica
·         Anupam Kher como Dr. Patel
·         Brea Bee como Nikki
·         Shea Whigham como Jake Solitano
·         John Ortiz como Ronnie, el esposo de Veronica.
·         Paul Herman como Randy

Y aunque la película parezca un producto perfecto de Hollywood, destinada al éxito, una segunda mirada nos permite descubrir lo singular de los diálogos del escritor Mathew Quick, que nos muestran ciertas terribles verdades, como la de la inevitable sanción de ser juzgado al abrir nuestra intimidad a otras personas, o lo extraño que puede parecer la gente efusivamente feliz, se puede revertir la locura haciendo algo todavía más loco, o el consejo de no dejar escapar el verdadero amor que se presenta una sola vez en la vida.
Desde mi butaca de pirata cojo de 5 likes le doy 6 porque esta película me ofrece la oportunidad de terminar estas líneas diciéndoles que tenemos que dejar de juzgar, de sentenciar, de observar por el rabillo del ojo (osea,  dejarnos de joder) y bailar más y más, porque la danza también es una maravillosa manifestación del amor. 
No se pierdan esta película, para su beneficio personal.