miércoles, 24 de julio de 2013

EL CINE DE ALEX DE LA IGLESIA








Alex de la Iglesia es un magnífico director de cine de origen español, sus películas compiten siempre, con amplias ventajas,  en los premios Goya y los ganan porque sus formulas dan en el gusto del público y de los críticos.
Y es que de alguna manera, un sacerdote vasco como Alex Angulo (Angel Berriatúa) que cree haber interpretado el evangelio y necesita contactar al maligno para evitar el fin del mundo, no tiene mas remedio que incurrir en la maldad, pequeña y hasta irónica, para que junto a un taxista vago, drogo y metalero Jose María (genial Manuel Segura, el querido Torrente)
y un profesor de ciencias ocultas de un programa de la televisión, el profesor Cavan, (Armando de Razza) logren contactar al diablo en forma de macho cabrío, para evitar el apocalipsis, siendo salvadores anónimos de la humanidad o las victimas propiciatorias del consumo hongos alucinógenos. Filme extraordinario que nos lleva por la temática de la vida moderna en España, llena de racismo, confusión y desbande social.
Del como los valores por los que se apuestan también nos llevan a caminos equivocados cuando hacemos interpretación pedestre como consumidores del fast food espiritual que nos azota. Brillante cinta.
En la chispa de la vida, Jose Mota caracteriza a Roberto Gomez,un publicista en para, el inventor del slogan cocacolero de La chispa de la vida Su vida va de búsqueda en búsqueda y de negativa en negativa hasta que cansado de los malos días decide visitar el hotel en donde paso su luna de miel, y lo encuentra convertido en un museo en donde se ha hallado una especie de circo romano. Al ingresar por lugares prohibidos sufre un accidente cayendo desde una altura regular y una barra de metal se le incrusta en la cabeza, eso si, sin dañarle ninguna función cognitiva. Entonces y ante la presencia de la prensa, Roberto se redescubre en la tentación de lo mediático como ante una posibilidad de salvarse económicamente, y asegurar el futuro de su familia.
Los intentos por hacerlo desistir, la voz de la moral y la ética la encarna la esposa, Luisa Gomez, la bella Salma Hayek, mientras la trama nos muestra el cotidiano de siempre, la tara insertada en la costumbre, el error como elemento inicial al momento en que nacen los deseos.

Dos cintas que recomiendo para echarle un vistazo a la sociedad y al trabajo creativo (y de espíritu burlón) de Alex de la Iglesia

martes, 23 de julio de 2013

PRO-SESOS


Nuestra NZT48 de cada día.

Bradley Cooper, es Eddy Morra, un bueno para nada. Se nos muestra en las primeras escenas, descuidado, mal trajeado, rompiendo con su novia, tiene un contrato para escribir un libro que no cumple porque no se concentra y vive sin pagar la renta en un verdadero cuchitril mugriento.
En ese cotidiano no hacer nada, se encuentra con esos parientes que ya no resultan mas que inútiles recuerdos: su ex-cuñado Vermont Gant.
Conversan en un bar y éste le obsequia una nueva droga, la NZT48 que activa receptores cerebrales que te hacen mas inteligente.
Eddy Morra toma el medicamento y en treinta segundos su vida cambia, tiene una visión detallista y panorámica, los recuerdos, aun de pasos inconscientes del conocimiento, brotan de su mente como un cocktail de información ordenadamente presentado, explosivo y encantador.
Será a la esposa del casero a quien deslumbrara primero con ellos, hablándole sobre un libro de derecho del cual solo ve la punta y el título y que recoge de recuerdos infinitos presentados como datos de un archivo.
Luego Morra limpia la casa sucia, (primero piensa prenderle fuego, cómo alguien puede vivir así, se pregunta) ordena, y escribe las primeras paginas de un libro grandilocuente quizás, pero digno de publicarse.
Al despertar al día siguiente nota que la brillantez y energía anterior ya no estan y decide buscar a su ex-cuñado para una dosis más de la milagrosa
pastilla. Cuando regresa al departamento del hermano de su ex-esposa, lo encuentra muerto con un balazo en la cabeza y llama a la policía.
Luego rebusca la casa para encontrar las pastillas, dinero y una libreta
escondidas en el horno de la cocina bajo la hornilla.
La vida de Morra cambia radicalmente, escribe su libro, aprende idiomas con tan solo escucharlos, y se convierte en una especie de sabedor, aun de cosas triviales. Su vida es una ruleta de emociones. Ha desaparecido la timidez, no necesita fumar ni comer, y de el brota un deseo de hacer cosas, una audacia y seguridad desconocidas.
Entonces se da cuenta que puede sacarle provecho a su super inteligencia y decide estudiar la bolsa. Gana dinero. Pero necesita capital para lo que recurre a un mafioso ruso. Las cartas estan echadas: convierte el dinero en doce millones de dolares y ya hay gente que se interesa en este nuevo magnate genio, como el empresario multimillonario Carl Van Loon, interpretado por el siempre competente Robert De Niro que busca acrecentar su fortuna y su poder con una fusión de las compañías energéticas más importantes. Para esto recurre a Eddy Morra.
Esta trama es de una de las mejores películas que he visto en los últimos tiempos, basada en la novela de Alan Glynn, The Dark Fields.
El problema es que la pastilla genera lagunas, en donde el tiempo se pierde, mareos, vómitos, cefaleas y la muerte y si se deja de tomar, este proceso se acelera. 

Para esto hay un grupo de gente que busca hacerse de una dosis (el ruso mafioso que presta el dinero) otro millonario, de ascenso vertiginoso y esta en el filme siempre presente, el camino de la verdadera inteligencia, la que se convierte en sabiduría y que además de la acumulación de conocimientos provoca evolución (pro-sesos en verdad) por los cuales la verdadera inteligencia se convierte en un don casi de anticipación. 
La inteligencia suele ser una magnífica adaptación.
En blue-ray o dvd no deben perderse esta película, que ya paso por los cines hace un año y que les permitira entender que todo aquello que nos haga definitivamente mas sabios (iluminación, trabajo, esfuerzo, sufrimiento) los compensará con una vida mejor y mas en armonía.
La verdadera NZ48 son los pasos que nos llevan a la expansión de conciencia.
Dirigida por Neil Burger con un guión de Leslie Dixón, Sin Limites es una película imprescindible para todo buen cinéfilo.
Le doy 7 de 5 likes.
Y los dejo porque tengo que tomar mi dosis de NZT 48.