jueves, 31 de enero de 2013

TARANTINO ENCADENADO






Me gustaban las películas de Tarantino.
Es más, su guión de Asesinos por naturaleza me parece genial.
En sus trabajos, Quentin se cuido siempre de crear unos diálogos y monólogos inolvidables.
Como el de los delincuentes en  la cafetería en Reservoirs Dogs, o el de Vincent Vega y Julius Winfield en Pulp Fiction (inteligentemente re-estrenada hace poco en Lima)
Amén del juego de superponer escenas sin tiempo lineal y que al  final se manifiesten en un gran desenlace muy al gusto del autor realmente creativo.
Decían que todo esto provenía de diálogos que Tarantino escuchaba en cafeterías en donde paraban camioneros. Quizás, ahora ya más famoso, le es imposible volver a estas prácticas.
En consecuencia, sin el juego de las escenas y sin los diálogos, Quentin ha terminado por parecer un Robert Rodriguez más estilizado, con mejor fotografía y presupuesto y menos chambón.
Yo ya vi Django desencadenado y no he podido rastrear al Tarantino de antes.
Hasta el gag fetichista ha sido olvidado. Ese sello de Tarantino, confeso amante del pie femenino.
Una serie de balazos, bombazos(recomendamos a los asistentes al cine se coloquen lejos de los parlantes del sistema de audio)  y chorros de sangre, como baldes de agua en carnavales, en una trama simple de cazarecompensas y exclavos, igual que en una cinta común y corriente de este tipo.
Coronan la película las estupendas actuaciones de Waltz y de DiCaprio, mas no así de Jamie Foxx (coppycat  por genética que gano un Oscar imitando con solvencia a Ray Charles) y que en esta película es una rancia imitación del mejor tiempo de  malo de Samuel  Jackson. Inolvidable siempre, ya sea como Winfield o como el traficante de armas y consumidor de  desarmadores,  Ordell de Jackie Brown.
 La película cumple, divierte, pero no tiene el sello que identifica el gran e innegable talento tarantiniano. Ese que le ha generado una verdadera legión de seguidores.
El mejor dialogo que podrán encontrar  es el de Big Daddy (bien el viejo Don Jhonson) con los miembros del Ku-Kux-Klan en la discusión de las bolsas para cubrirse el rostro y un monologo de Dicaprio analizando una calavera de un antiguo exclavo de nombre Ben, mostrando unas características fisicas: las hendiduras de la sumisión, les llama.
Hay un buen elenco y nos preguntamos si no hay ironía o crítica política en este discurso, cuando en Estados Unidos gobierna un caballero que es mitad negro.
Creemos en Quentin y esperamos su regreso. Su talento merece mejores cintas.
Le doy 2 likes desde mi butaca de pirata cojo

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