sábado, 2 de febrero de 2013

EL LADO LUMINOSO DE LA VIDA





Excélsior; claves para descifrar a una sociedad enferma

“Excélsior es tomar toda esa energía negativa, prenderle fuego y convertirla en algo positivo”

Cuando escucho a tanto bobo parado en su criterio medio de sudaca, hablando gratis (decir cosas no cuesta nada, por desgracia) sobre inclusión, tiendo a sonreír de costado –con un gesto que me ha granjeado algunas antipatías-
Como se puede hablar de inclusión cuando esta sociedad hipócrita y enferma, contaminada por el virus de la separatividad no duda en discriminar a las personas por innumerables causas; sexo, religión, raza, posición académica, o estado mental.
No quisiera ser incluido en una sociedad quebrada moral y económicamente por su ideología subalterna, o por las cosas que no dice y que debería decir.
Silver linings playbook  algo así como libro de prueba forrado en plata (cuyo título en el mercado es El lado luminoso de la vida) nos muestra –usando con talento, incluso,  esa aterradora jerga del New Age, de las energías y las vibras y las auras con la que los burros y las burras del sistema pretenden explicar sus carencias intentando parecer más sabios- la reinserción desde el lado más difícil, el del paciente diagnosticado psiquiátrico.
Pat Solitano (Bradley Cooper) sale de una institución mental en donde ha permanecido varios meses por haber agredido al amante de su esposa cuando los descubre en un propia casa.
La preocupación normal de los padres y amigos, las señales que recibe mientras (como toda personalidad adictiva) planea regresar con su esposa y rehacer su matrimonio, con cierta obsesión, lo colocan en el borde las explosiones de su estado de trastorno bipolar.
El mundo cambiará cuando conoce a Tiffany  Maxwell (Jennifer Lawrence) joven viuda también en tratamiento, intensa, artística, apasionada, sensual, muy bella. Personaje cautivante el que logra retratar esta talentosísima actriz a la que vislumbro con una gran carrera por delante.
Uno se enamora de ficciones así, parece tan real y tan tangible que el solo recordar al personaje me produce estremecimientos.  Asegurado el Oscar.  
Usando el deseo de Pat de retomar la relación con su esposa, ella lo embarcará en un proyecto personal para un concurso de baile (escena de magia, realmente, la de aparecer como bailarines principiantes) y en conjunción con el padre de Pat, Pat Solitano padre, (Robert De Niro, convincente siempre) quien es aficionado al futbol americano, fan de las Águilas de Philadelfia, cesado, y supersticioso apostador, que esta jugándose la ultima vuelta del dinero.
El elenco de actores secundarios que acompaña es de primera, todos están muy bien encuadrados en sus roles:
·         Jacki Weaver como Dolores Solitano
·         Chris Tucker como Danny, un amigo de Pat de la institución de salud mental de Baltimore.
·         Julia Stiles como Verónica
·         Anupam Kher como Dr. Patel
·         Brea Bee como Nikki
·         Shea Whigham como Jake Solitano
·         John Ortiz como Ronnie, el esposo de Veronica.
·         Paul Herman como Randy

Y aunque la película parezca un producto perfecto de Hollywood, destinada al éxito, una segunda mirada nos permite descubrir lo singular de los diálogos del escritor Mathew Quick, que nos muestran ciertas terribles verdades, como la de la inevitable sanción de ser juzgado al abrir nuestra intimidad a otras personas, o lo extraño que puede parecer la gente efusivamente feliz, se puede revertir la locura haciendo algo todavía más loco, o el consejo de no dejar escapar el verdadero amor que se presenta una sola vez en la vida.
Desde mi butaca de pirata cojo de 5 likes le doy 6 porque esta película me ofrece la oportunidad de terminar estas líneas diciéndoles que tenemos que dejar de juzgar, de sentenciar, de observar por el rabillo del ojo (osea,  dejarnos de joder) y bailar más y más, porque la danza también es una maravillosa manifestación del amor. 
No se pierdan esta película, para su beneficio personal. 

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