jueves, 21 de septiembre de 2017

FICCIÓN Y REALIDAD



En los años 70, los norteamericanos de la industria del cine tomaron la decisión de hacer películas de catástrofes, fue así como nos cayó encima el terremoto con sensurround (sistema de parlantes que te hacía temblar el piso como fiesta chicha regada de cerveza) con Charlton Heston y Ava Gardner. 
El contrabando ideológico de los 70 atacaba la institución del matrimonio. por eso, en la película Heston torneaba a Ava (que era una millonaria manipuladora, hija de su jefe, Lorne Greene) con la Bujold. Luego, tomando de modelo el incendio de la torre de Avianca en Bogota, enaltecieron la figura de los bomberos con Steve Mc Queen (que era heroico hasta cuando iba al baño) y Paul Newman haciendo de arquitecto responsable. Chamberlain, como yerno de Holden era el gran puta. 
Luego vinieron los avionazos, el primero fue Aeropuerto a secas, Lancaster tenía problemas con su mujer y era el Gerente del aeropuerto, Dean Martin era un poco creíble piloto que había embarazado a la flyhostess, y Van Heflin un loquito que toma un seguro y pretende inmolarse con una bomba casera. Al final se vuela encerrado en el baño y hiere a la flyhostess.  
Luego vino Aeropuerto 75 una avioneta choca con un avión al sufrir un infarto el que la manejaba y se baja un pedazo de cabina y a los que conducían el avión. La bizcocha Karen Black es la aeromoza que maneja un trecho la nave y luego Heston (un clásico en las superproducciones) se mete al avión por el hueco que había dejado el choque y logra aterrizar la nave.
La tercera del año 77 es un avión con grandes artistas (todos ya de capa caída) , que cae en el Triángulo de las Bermudas y comienza a hundirse. Trabajan Jack Lemmon, James Stewart y Joseph Cotten. Con el avión (que es inmenso) caen al mar también unas valiosas pinturas que ha comprado el dueño de la compañía. En un momento me preocupan mas las pinturas que los personajes. 

La última del 79, es el Concord que maneja el buen Alain Delon, junto a George Kennedy como copiloto (que en la primera también hace de Joe Patroni pero como mecánico) Robert Wagner se trata de bajar el avión en donde viaja una periodista incómoda, largando misiles. 
Kennedy trabajó en tantas cintas que posiblemente tenga tanta plata como sus parientes fichos.
El caso es que -sin tener un registro de los accidentes aéreos- en esa década, la realidad, en los comienzos de los 80, nos trajo dos avionazos que tenían la marca de la CIA, el de Torrijos y el del presidente ecuatoriano Jaime Roldós. Y en el Perú el General Hoyos Rubio, identificado como uno de los coroneles que impulsó el golpe de Juan Velasco Alvarado, murió trágicamente al estrellarse el helicóptero que lo transportaba cerca a la Cordillera del Cóndor, cuando era Comandante General del Ejército. El piloto en ese accidente fue el mayor EP Alfredo Maúrtua Lándazuri.  
Es así como la ficción ( y más cuando estan mediocre) imita a la mala vida, y como cierto cine sirve de lavado cerebral y hasta como una velada advertencia. 
Por eso,  veamos más cine hispano, muchachos.

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