lunes, 27 de febrero de 2017

BLACK OSCAR



Desde el año pasado cuando la zambocracia puso el grito en el cielo por su ausencia en las nominaciones, se ha venido construyendo una ceremonia como la de ayer en donde el Oscar vuelve a cumplir su rol politiquero y premia por no decir menos, cualquier cosa.
Y digamos que Beast of no nation con la brillante actuación de Idris Elba y Concussion no eran grandes rivales para competir con The revenant o Spotligh. Osea que lo del año pasado es esa clásica victimización por la que cuando un negro pierde frente a un blanco, el zambo pone una cara de puchero que pareciera señalar algo como me robaron por ser negro.
A mi no me gusto La La Land (esta escrito por ahí en mi blog) pero Moonlight me hastió como no me cansan ni las películas con el buen Jackie Chang. Un lío de negros pobres en donde uno no sabe si al niño lo lornean por chico, por flaco, por marica o por negro.
Ese mundo de los negros pobres (real mundo) es insufrible con la gente de color tirada al puterío y al consumo de crack. No redime.
Y no me hablen de Fences en donde Denzel Washington se tira un primer plano inmóvil de 20 minutos hablando cojudeces con otro crolo viejo. Da la impresión de que farfulla un loco.
Es rescatable presentar películas como Hidden figures pero no como Loving que insiste en colocar la negritud como victima de atropellos de la vida real, bajo el lema de basado en una historia verdadera (lo que revela que no se le paga o no se le quiere pagar bien a un buen guionista)
Me resulta extraño el error de Warren Beauty al final y mas aun que se le entregue el premio de los guiones a cualquier zafarrancho de resentimientos.
Un desagravio a Heil Cesar de los Cohen, una divertídisima cinta con gran script que paso desapercibida.
Que le den el Oscar a quien lo merece es el reto pendiente de la Academia, politizada a extremos delirantes y proveedora de figuras mediáticas para la empobrecida galería política yanqui. 

Joder!

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