jueves, 11 de febrero de 2016

FELICES 140



En torno a la adoración del becerro de oro
Cuando normalmente se estrena un filme que reúne varias personas alrededor de un espacio cerrado nos sentamos a verlo como convocados a una especie de sesión de dinámica de grupo. Desde Cena de matrimonios (o¿qué hace su mujer mientras usted trabaja?) (1962) hasta Carnage (un Dios salvaje o ¿sabes quien viene?) (2011) incluyendo a la fallida Voley (Argentina 2015)
que nos muestra el juego de sexo y conquista entre dos jóvenes identificados como si fueran un par de machos alfa ante cuatro hembras sin pensamiento. 

En este caso, y convidados por Elia ( la diosa Isabel Verdú, a quien amamos desde que deschavó a las charolastas machistas en "Y tu mamá también" (2001), o cuando era la amante consentida del menage a trois del hortera de "Huevos de oro" (1993), o aun en la insipidez de "Sin hijos" (2015) con el eficiente narizón Diego Peretti) todos los amigos llegan a una espectacular casa de campo en donde se reunirán, su hermana Cati, el esposo Juan (abogado avieso) y el hijo Bruno, además de Ramón y Martina (que naufragan con un embarazo en ciernes y un restaurante quebrado), el empresario Polo cerrando tratos con la industria china, y el viejo amor de Elia, Mario (con el que ha tenido un romance tormentoso, con aborto y una entrada al psiquiátrico) acompañado por una novia joven, actriz argentina con la que piensa casarse, y mudarse a Buenos Aires, mientras ella sueña y espera trabajar en una supuesta película con Ricardo Darin.
A la invitación de contar lo mejor que les ha pasado en el año, Elia les revela que ha ganado la lotería de 140 millones de euros.
Las recciones son variadas y se entienden en la confusión del ser humano cuando ronda cerca del dinero, (el fucking becerro de oro)
Es mas, el desenlace de la película esta antecedido por planos personales de cinco de los participantes hablando sobre sus propios conceptos del vil metal.
Ambiciones que se materializaran en torno a un hecho fortuito: Elia discute con Mario y lo mata sin intención desnucándolo al arrojarle una botella de vino que lo golpea en la espalda y le hace caer en un piso de piedra.
Los demás chantajean a Elia, se deshacen del cuerpo y se quedan con el premio de la lotería, salvo el verdadero amigo, que nunca falta, Ramón (esto le da esperanza a todos los que no somos cautivados por vulgares materialismos) y Bruno que representa la pureza honesta y solidaria de la juventud.
Brutal guión de Gracia Querejeta y Santos Mercero de una película dirigida con pulso inteligente por la misma Gracia Querejeta.
Recomendable ciento por ciento aunque quizás como todas las buenas cintas en lengua española no llegue a nuestras salas, salvo algún festival o por ahí a las sombras de un recóndito cine club.
También tiene el recurso de comprar una copia pirata o hacer un pago y verla online.
Ustedes saben que los críticos locales van al cine por canje, así que de seguro que no la han visto y no la pueden recomendar.
Sino, tampoco la hubieran recomendado y eso habla bien de la película.
HDP

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